Transporte de productos cárnicos

Uno de los productos que más se consumen en el mundo entero es la carne. Por eso es importante considerar su forma de transporte y los requisitos que tiene que cumplir para que se conserve en las condiciones adecuadas. No en vano, la carne es un producto perecedero que debe tener una temperatura de refrigeración concreta para frenar y combatir la acción de los microorganismos y de los procesos químicos sin que afecte a su calidad. Y en nuestra empresa de transporte de alimentos congelados sabemos cómo hacerlo.

La temperatura de transporte de productos cárnicos frescos

Según el Real Decreto 1376/2003 encargado de regir las condiciones de almacenamiento, de producción y de comercialización de los productos cárnicos frescos y de sus derivados, indica cuáles son las temperaturas en las que estos se deben almacenar, conservar, transportar y vender. Así, por ejemplo, las carnes frescas de las especies bovina, ovina, porcina, caprina y de caza mayor silvestre, debe ser de 7 ºC, mientras que la de las carnes refrigeradas de pavos, gallinas, ocas, conejos y patos de 4 ºC. Las carnes picadas así como los preparados con las mimas de 2 ºC y los despojos refrigerados de 3 ºC. En cambio, los congelados deben estar a -12 ºC.

En todos los casos, el transporte de la carne se debe hacer a una temperatura de enfriamiento y tiene que existir aire de circulación alrededor del producto. Este no debe tocar el suelo ni paredes, pues podrían estar contaminados. Para eso, la superficie interna del transporte tendrá que estar recubierta de un material resistente a la corrosión e impermeable. La cabina del chófer tiene que ser independiente de la parte trasera y estar totalmente aislada.